Aunque la piel es el órgano más grande del cuerpo, no en todas las partes es la misma. La estructura de la piel y el modo en que se comporta difiere ligeramente según su localización en nuestros cuerpos. Por tanto, no toda la piel debe recibir el mismo tratamiento. Algunas zonas corporales, por ejemplo, las manos y la cara, están más expuestas que otras a fuerzas externas, como el sol y los productos de limpieza. Un cuidado inteligente de la piel debe reflejar las diferentes necesidades de la misma en todo el cuerpo.
Cómo difiere la piel en todo el cuerpo
La piel de la cara, la cabeza, las axilas, las manos y los pies difiere ligeramente de la piel del resto del cuerpo.
Cara
Nuestra cara es la parte más perceptible del cuerpo. El estado y el aspecto de la piel facial es un indicador clave de nuestro estado de salud general y también desempeña un papel significativo en nuestra autoestima. Los problemas en la piel facial y los signos de envejecimiento son muy visibles en la cara y pueden causar molestias significativas y afectar a la confianza de una persona. Como consumidores deseamos mantener nuestra piel facial en las mejores condiciones, motivo por el cual la cara es el objetivo de una enorme investigación del cuidado cutáneo y de numerosos productos para el mismo.
Igual que el resto de la piel, la de la cara desempeña un papel importante como barrera frente al medio externo. Sin embargo, al contrario que la piel en la mayor parte de nuestro cuerpo, casi siempre está en contacto directo con elementos como el sol y los rayos UV. La piel facial es especialmente delgada y sensible y, por tanto, vulnerable al envejecimiento. Lea más en envejecimiento general de la piel.
La piel que rodea los ojos es incluso más fina y delicada y necesita un cuidado apropiado. La epidermis (las capas externas de la piel) suelen tener un espesor de alrededor de 0,1 mm; en torno a los ojos, el espesor es de 0 a 0,05 mm.
Aunque la piel facial y su estado difieren de una persona a otra, hay 4 tipos principales de piel: normal, seca, grasa y mixta. Aprenda más en tipos y estados de piel y realice nuestro test cutáneo para ayudar a determinar cuál es su propio tipo de piel.
Cuero cabelludo
La piel sobre la cabeza, conocida como cuero cabelludo, es rica en vasos sanguíneos y contiene más folículos pilosos y más glándulas sebáceas que cualquier otra parte del cuerpo.
Las glándulas sebáceas están siempre conectadas con los folículos pilosos. Producen una secreción rica en lípidos conocida como sebo en la superficie de la piel que, conjuntamente con otros lípidos epidérmicos, forma la película hidrolipídica que protege la superficie de la piel y fomenta la producción de cabello sano. Lea más en estructura de la piel.
El cabello sano es un indicador de nuestra salud global y, lo mismo que la piel facial, se vincula estrechamente a cómo nos percibimos; de ahí el dicho de "día de buen cabello" y "día de mal cabello". El cabello que vemos sobre nuestras cabezas es el tallo, mientras que debajo de la superficie de la piel están las raíces pilosas, embutidas en los folículos pilosos. Estos folículos, compuestos de tejido conectivo en la capa dérmica de la piel, nutren el cabello y contribuyen a su crecimiento.
El incremento del número de folículos y glándulas en nuestro cuero cabelludo, en combinación con el hecho de que presenta su propia flora cutánea específica, hace que nuestros cueros cabelludos sean especialmente vulnerables a ciertos trastornos cutáneos. Es importante proporcionar a nuestro cuero cabelludo un cuidado suave específico con objeto de fomentar la producción de cabello sano y nuestra salud y bienestar generales.
Axilas
La piel de las axilas es especialmente sensible, dado que existe un roce de piel contra piel en esta zona y puede tener periodos de tiempo privados de luz y aire. La piel de las axilas está también sometida a menudo a un rasurado agresivo o al uso de productos químicos, presentes en los depiladores y en algunos desodorantes y antitranspirantes.
Sin embargo, la piel debajo de los brazos se asocia más corrientemente a sudoración. Los humanos tienen aproximadamente 1,6 a 4 millones de glándulas sudoríparas en todo el cuerpo, con la mayor densidad debajo de los brazos, en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Hay dos tipos de glándulas sudoríparas:
- Glándulas ecrinas: se localizan en todo el cuerpo.
- Glándulas aprocrinas: se concentran en las axilas, la zona genital y las mamas.
Las glándulas apocrinas, que se activan durante la pubertad, producen un sudor rico en proteínas, que atrae a las bacterias.
Las axilas son lugares oscuros y húmedos donde las bacterias crecen con facilidad. El pH de la mayor parte de la piel del cuerpo es alrededor de 5,5. Forma una capa ácida natural, conocida como manto ácido, que ayuda a proteger la piel frente a las bacterias. El pH de la piel de las axilas es de 6,5. Esta reducción significativa de la acidez, hace que sea más vulnerable al crecimiento de bacterias. A medida de que las bacterias metabolizan (se degradan), producen sustancias de olor fuerte. Debido a que las axilas evitan que estas sustancias se evaporen, puede aparecer un olor corporal desagradable. Lea más en sudoración.
Manos
Las manos son herramientas humanas y su piel difiere notablemente de la del resto del cuerpo. Existe también una completa diferencia entre la piel de las palmas de las manos y la piel del dorso de las mismas:
La piel de las palmas y las yemas de los dedos y pulgares:
- Tiene una capa córnea gruesa y robusta.
- Es rica en tejido adiposo y tejido conectivo.
- Está bien almohadillada con tejido insensible a la presión.
- No tiene pelo y carece de glándulas sebáceas.
- Posee una gran densidad de glándulas sudoríparas.
- Tiene escasez de factores hidratantes naturales (FHN).
La piel del dorso de las manos:
- Apenas posee tejido adiposo.
- Es especialmente delgada.
- Sólo tiene unos pocos pelos finos.
Los folículos pilosos, a partir de los cuales crece el pelo, se acompañan de glándulas sebáceas y, en consecuencia, son responsables de la producción de sebo, que provee a la piel de lípidos y algunos de sus componentes fijadores de humedad. Así, las manos tienen menos lípidos y son menos capaces de fijar humedad que otras partes del cuerpo.
La piel de las manos es también menos capaz de estabilizar los pocos lípidos y componentes fijadores de humedad que posee. El pH de las manos es menos ácido que en otras partes del cuerpo, de manera que su manto ácido protector, la acidez natural que mantiene la piel, está deteriorado.
El hecho de que la piel de la palma de las manos sea diferente a la de su dorso significa también que la formación global de la película hidrolipídica (la emulsión de grasa y agua que cubre la parte externa de la piel) está debilitada. En consecuencia, las manos son más vulnerables a la deshidratación y se resecarán rápidamente en casos de actividad excesiva.
Y las manos trabajan duro. En el curso del trabajo diario en el hogar, el despacho o el jardín, las manos quedarán especialmente expuestas a factores externos, capaces de alterar los lípidos. Mientras que el contacto frecuente con agua sola puede resecar la piel, las manos suelen estar también sometidas a agentes limpiadores, disolventes, cambios térmicos y esfuerzo mecánico. Los sistemas de protección y reparación naturales de la piel reciben exigencias excesivas, cuyo resultado puede ser el daño de la función barrera cutánea.
Pies
La piel de las plantas de los pies contiene más células adiposas en su capa más interna (subcutis) que la mayoría de las demás partes del cuerpo. Esto es a causa de que nuestros pies necesitan un almohadillado extra y la absorción de choques. Con cada paso soportan tres veces el peso de un cuerpo humano y están sometidos frecuentemente a presiones manuales, como el roce de calzados ceñidos o poco adaptables o grandes paseos o carreras.
A pesar del almohadillado extra, el roce excesivo puede lesionar la función barrera cutánea y dar lugar a piel seca y, en última instancia, a callosidades y callos. Las callosidades y los callos son zonas de piel engrosada que aparecen habitualmente en las plantas y los talones con forma aproximadamente redonda. Presionan sobre las capas más profundas de la piel y pueden causar dolor.
La epidermis (las capas más externas de la piel) es más gruesa en los pies que en las demás partes del cuerpo; aunque habitualmente su espesor oscila en torno a 0,1 mm en total, en las plantas de los pies es de 1 a 5 mm. Cuando la piel de los pies queda expuesta a presión y fricción prolongadas, aumenta la producción de callosidades y la epidermis llega a ser gruesa y dura, proceso conocido como hiperqueratosis.
Cómo cuidar la piel en diferentes partes del cuerpo
Debido a que la estructura y la función de la piel es diferente según su localización en el cuerpo, las diversas zonas se benefician de un abordaje personalizado de cuidado cutáneo.
Cara
Existen 3 pasos básicos para un buen cuidado de la piel: limpiar, cuidar y proteger.
Es importante utilizar productos que hayan sido formulados específicamente para su tipo y estado de piel y que respeten su pH natural. Busque productos para el cuidado médico de la piel que hayan sido probados y cuya compatibilidad con la piel sensible se haya demostrado. Eucerin ofrece una gama completa de productos para el cuidado facial con objeto de adaptarse a todos los tipos de piel y sus estados. Todos estos productos han sido probados y su compatibilidad con la piel sensible ha sido demostrada.
Para más información sobre cómo cuidar su piel facial, incluyendo la delicada piel en torno a los ojos, lea una pauta diaria para la cara. Clique aquí para aprender más acerca de los tipos y estados de la piel o realice nuestro test cutáneo.
Si tiene cualquier duda sobre su tipo de piel o estado de la misma o qué productos serían los mejores para usted, consulte con su dermatólogo para obtener su consejo.
Cuero cabelludo
La piel del cuero cabelludo es particularmente propensa a la irritación y es importante utilizar productos suaves, especialmente formulados, para el cuidado diario y para el tratamiento de cualesquiera procesos.
La elección errónea de un champú es una de las causas principales de sensibilidad del cuero cabelludo. Los limpiadores agresivos y los surfactantes pueden arrastrar por lavado el manto ácido del cuero cabelludo, haciéndolo vulnerable a la sequedad y la irritación. Algunas personas manifiestan también tener un cuero cabelludo hipersensible o un cuero cabelludo sensible después de recibir tratamiento para procesos cutáneos como dermatitis atópica o psoriasis.
Para fomentar la salud del cuero cabelludo y el cabello es recomendable utilizar un champú suave con pH próximo al de la piel y elegir productos para el cuidado del cuero cabelludo y el cabello que hayan sido examinados y cuya compatibilidad con la piel sensible haya sido demostrada. Aprenda más acerca de la gama de champús de uso diario de Eucerin, suaves pero eficaces, en Eucerin DermoCapillaire.
Cuando aparecen irritaciones en el cuero cabelludo pueden dar lugar a microinflamación: inflamaciones leves en las que la piel responde a la irritación e intenta repararse a sí misma. Aunque estas inflamaciones son tan leves que pasan inadvertidas, si la irritación continúa pueden desembocar en una afección. Cada vez se dispone de más datos de que las microinflamaciones del cuero cabelludo participan en los cuatro trastornos más corrientes del cuero cabelludo:
- Cuero cabelludo sensible.
- Cuero cabelludo seco y pruriginoso.
- Caspa.
- Cabello debilitado y pérdida de cabello.
Para aprender más acerca de los síntomas y las causas de estas afecciones corrientes del cuero cabelludo lea cuero cabelludo sensible, cuero cabelludo seco y pruriginoso y caspa. Eucerin ofrece una gama completa de tratamientos del cuero cabelludo que han sido probados clínicamente para tratar y ofrecer protección frente a estos problemas, fomentando un cuero cabelludo y un cabello sanos. Descubra más en Eucerin DermoCapillaire.
Axilas
La mayor parte del cuidado de las axilas está dedicada a limitar los efectos negativos de la sudoración. Ésta, conocida también como transpiración, es un elemento completamente natural y muy importante para regular el calor corporal. Cuando el cerebro detecta que la temperatura corporal se ha elevado por encima de 98,6°F/37°C, envía señales a las glándulas sudoríparas para que libere el líquido. Este líquido, el sudor, enfría seguidamente la superficie corporal.
No obstante, los signos de sudoración y el olor corporal que pueden resultar, son desagradables y molestos. Se dispone de dos tratamientos principales:
- Desodorantes.
- Antitranspirantes.
Antitranspirantes
Contienen sustancias activas que reducen la cantidad de sudor producida, con el resultado de menos humedad y menos olor.
En casos extremos, conocidos como hiperhidrosis, se dispone de desodorantes farmacológicos que combinan antisépticos, antitranspirantes y un pH ácido para inhibir el crecimiento de bacterias, aunando eficacia y compatibilidad cutánea. Eucerin ofrece una gama completa de antitranspirantes y desodorantes en spray y roll-on cuya eficacia está demostrada y cuya compatibilidad con la piel sensible también se ha examinado y confirmado. Lea más en Eucerin Desodorantes y Antitranspirantes y algunos hechos interesantes acerca de la historia detrás de la gama.
Manos
La piel de las manos tiene una mayor necesidad de reposición de lípidos que la piel de otras partes del cuerpo. Es importante mantener las manos bien hidratadas, dado que las manos dañadas, agrietadas, secas y sensibles presentan una mayor tendencia a desarrollar procesos como la dermatitis por contacto irritante.
Los productos limpiadores agresivos deben evitarse, así como el lavado excesivo. Cuando se lave las manos utilice agua tibia en lugar de caliente. Así será menos probable que la piel se reseque.
La piel de las manos se beneficiará de productos limpiadores y para el cuidado que:
- Sean productos suaves pero eficaces y hayan sido probados, con una compatibilidad demostrada con la piel sensible.
- Repongan los lípidos perdidos.
- Mantengan el pH natural de la piel.
- Fomenten el proceso de regeneración.
- Ofrezcan protección frente a la exposición excesiva a rayos UV nocivos, que pueden causar envejecimiento prematuro.
Pies
El 70% de los problemas de los pies, incluyendo la aparición de callos y callosidades, se deben a calzados inapropiados. Los aros reductores de presión, una crema suavizante y evitar calzados ceñidos ayudará como el lavado regular con limpiadores suaves pero eficaces y la aplicación de productos farmacológicos para el cuidado de los pies, capaces de tratar los problemas cutáneos en esta zona.
Se deben revisar los pies regularmente. Las grietas, el picor y la humedad entre los dedos de los pies o la descamación en la planta del pie puede ser un primer signo de infección fúngica. Si aparecen estos síntomas, consulte con un dermatólogo.